How to...make a bottled letter

Top de Zara.

Aunque me encante darle la vuelta a las cosas, hacerlas del revés, romper mis propios esquemas para hacerlos de nuevo, por esta vez empezaré por donde se debe hacer: por el comienzo. 

Bueno, empezaré a describir los rasgos más principales, como que me llamo Annie (aunque en realidad ese no sea mi nombre, pero para contaros cual es mi nombre completo, tendréis que esperar a que tenga más confianza en vosotros. Mi nombre entero se merece un post privado.), tengo 16 años (sweets sixteen) y vivo en Gijón, una ciudad no tan grande como me gustaría, pero muy acogedora.

La idea de empezar este blog me rondaba en la cabeza desde mucho tiempo atrás, pero no me decidía, por la clara razón de ,¿A quién le puede interesar lo qué yo quiero contar?

Pero he decidido que lo importante no es contarlo para alguien, sino porque desees contarlo, disfrutes haciéndolo y que la gente disfrute leyéndolo. En el equilibrio entre el disfrute mutuo está la clave, a mi parecer.

Porque aunque hace un par de años, los blogs estaban pasados de moda. Las redes sociales estaban mucho más a mano y todo se contaba de manera más corta, en pequeños apartados. A mí los post me recuerdan a las cartas. Solo que son cartas sin destinatario, por lo que pueden llegar a mucha más gente. Son una especie de "cartas en una botella", esperando para ser leídas. Y yo lanzo mi primera carta de esta manera, esperando tener mi "rescate" de la isla desierta.